Sector Desarrollo Rural

Desde hace ya casi tres décadas, principalmente durante los años 90, se registra un cambio en el enfoque de desarrollo rural: el paso de una visión sectorial, centrada en los aspectos técnico-productivo y económico, a un enfoque sistemático e integral de lo rural basado en el concepto de territorio. De esta forma, se da paso a un discurso que revaloriza la cultura e identidad rural, el medio ambiente, las diversas actividades productivas, el turismo y las infraestructuras para mejorar la calidad de vida de la población y los visitantes.

Los análisis sobre la evolución de la política rural europea coinciden en destacar la publicación del documento ‘El futuro del mundo rural en 1988’, como uno de los hitos que transformó la política rural europea, haciéndola abandonar sus planteamientos sectoriales y favorecer una orientación territorial.
Los distintos enfoques de desarrollo rural experimentados hasta los años 80 se basaron principalmente en una concepción sectorial de las ayudas, aplicando planteamientos “descendentes” y simple ayuda a los “beneficiarios”, en lugar de incitar a los agentes locales, a los “promotores de proyectos” a adquirir las competencias necesarias para ejercer como “agentes-autores” del futuro de sus territorios. De ahí la necesidad de reconsiderar los fundamentos y los objetivos de estas políticas y de pasar de una lógica de solo crecimiento productivo, a una lógica de desarrollo rural sostenible, teniendo en cuenta la dimensión medioambiental, económica, social y cultural de los territorios rurales.