Sector Patrimonio

El patrimonio cultural actualmente se considera como un nuevo factor que contribuye al desarrollo. En la realidad económica y social actual, se hace patente la necesidad de buscar ventajas que permitan a cada territorio competir en una economía cada vez más global, lo que sin duda exige un mejor aprovechamiento de los recursos propios. El patrimonio, dentro de un su contexto socio-económico, comienza a ser entendido como un recurso, susceptible de potenciar los territorios y generar sinergias productivas en ellos.
El patrimonio adquiere ahora un valor añadido, el de su rentabilidad económica, propiciando nuevas y recientes intervenciones sobre el mismo, tanto desde la administración pública como desde entidades privadas, que promueven un discurso de recuperación y revitalización de los elementos culturales, y su reutilización como nuevos espacios de recreación y ocio para una demanda cada vez más grande y especializada de la actividad turística.
El patrimonio cultural ha adquirido una nueva dimensión, considerándose inductor de desarrollo dentro de las medidas e iniciativas de la Unión Europea, encontrando éste un importante impulso por parte del Consejo de Europa, que tiene entre sus objetivos la difusión del patrimonio cultural europeo y concienciar a los ciudadanos de los valores comunes a todos ellos, con el fin de favorecer la comprensión mutua y de crear un sentimiento de pertenencia y de identidad europea común, en especial hacia los países europeos no comunitarios, con iniciativas que favorecen el establecimiento de redes con afinidades culturales.